La situación en Venezuela y mi situación particular viviendo en Venezuela

Para nadie es un secreto que sobrevivir en Venezuela se ha vuelto en los últimos años una hazaña.  Para que tengan una idea, les contaré lo que pasa por mi mente y mis preocupaciones lo cual es el reflejo de la situación país.

Desde la madrugada del domingo para el lunes, pasan por mi mente varios pensamientos: En mi casa no contamos con gas doméstico para cocinar, por lo que desde hace varios meses pasé de cocinar con una cocinilla eléctrica a cocinar con el gas de una bombona pequeña, la cual se puede comprar por un precio que oscila entre los 3500 a 5000 mil bolívares (3.6$) y dura un mes aproximadamente. Ese mes ya casi se acaba así que me preocupaba que no me diera tiempo de hacer la comida de ese día (incluido desayuno y almuerzo). Ustedes dirán, pero cual es el problema de comprarla? Que ese día no contaba con dinero en efectivo.  Probablemente hayan escuchado o leído el problema que hay en el país con el efectivo. Aún cuando tengas una cuenta bancaria con muchos millones a tu nombre, las entidades bancarias no cuentan con el suficiente dinero en efectivo para dispensarle a los clientes.  El viernes pasado fui y por taquilla sólo se podían retirar 10 mil bolívares en billetes de 10Bs. (Este billete nadie lo quiere aceptar, ningún comerciante quiere recibirlo porque no vale nada… ni siquiera los choferes de los carritos por puesto)……anyway! No pude retirar por taquilla. Procedí a intentarlo por cajero electrónico, hice mi cola como de 50 minutos y justo cuando me faltaban 5 personas para que llegara mi turno, se le acabó el dinero al ATM. Así que tomé mi camión de resignación y acepté el hecho de que pasaría el fin de semana sólo con 3 billetes de mil bs en mi cartera.


Llegó el lunes, gracias a Dios el gas de la bombona alcanzó para hacer la comida… salí rumbo a mi trabajo. Tomé el carrito por puesto y el chofer en medio del camino, soltó su propia preocupación: “No hay casi pasajeros en la calle, para ser hora pico no hay casi gente esperando carro”. Otro señor que iba en el carrito por puesto, le pregunta: “¿Por qué cree usted que pasará eso?”-“Porque la masa productiva del país se está yendo al exterior. Hasta yo me quiero ir”. –“Para donde se iría?”. –“Para Chile. Yo soy subchef y tengo un amigo allá que es chef y trabajaba en PDVSA. En estos días hablé con él. Está ganando 7 veces más de lo que ganaba aquí. Yo me estoy perdiendo de todo eso. Me quiero ir yo que tengo 57 años, que quedará para los chamos que son profesionales? El que esté preparado con una carrera o con un oficio y se puede ir, ya se ha ido o le falta poco para irse”.  (Se estima que en los últimos 17 años, más de un millón 500 mil venezolanos han emigrado, , lo que equivale a un promedio de 242 por día).


Llegué a mi oficina y me encontré con la mala noticia de....... que no había internet.  El principal proveedor de Internet de banda ancha es CANTV (la telefónica nacional) pero gracias a que se han robaron los cables, no tenemos el servicio disponible vía cableado. Así que contratamos el servicio con un proveedor privado (una vecina) que nos envía la señal inalámbrica a la oficina. Peeero, hoy no hay señal de internet. Como ya es costumbre que el inter va y viene, pensamos,  "No importa, ya vendrá cuando quiera".

A mitad de la mañana, el aire acondicionado comenzó a fallar. Aun cuando cuenta con un protector de voltaje, éste se apagaba de la nada. Volvimos a encenderlo y a los dos minutos, se apagaba. “Dejálo apagado un rato”, sugirió una de nosotras. Pasado el rato, y con todo el miedo del mundo volvimos a encenderlo, esta vez sin protector porque “seguro fue el protector que se mojó con la lluvia del sábado”. ¿Por qué temor de encenderlo sin protector de voltaje? Les explico: en nuestro país ya se ha vuelto una costumbre que a la hora menos pensada del día, hay fluctuaciones de energía eléctrica. Se han vuelto tan constantes, que a más de uno, se les han quemado los aparatos tales como televisores, Aires Acondicionados (AA), computadoras, entre otros. Así que teníamos temor de que se nos quemara el único AA que tenemos en la oficina. Pero igual lo encendimos porque trabajar en una oficina en Maracaibo sin AA a las 12 del mediodía es igual a cumplir una penitencia por haber matado al papa. (40 grados de temperatura)..... Anyway….!

Llegó la hora del mediodía y una de nosotras se dispuso a calentar la comida en el microonda… le marcó 4 minutos en el contador …. Nada que calentó. 5 minutos más…nada que calentó…. “Déjame probar yo”, le dije. Sólo le coloqué 2 minutos y la comida no calentó mucho.. Así que llegamos a la conclusión de que “se está dañando el microondas… L (estamos saladas)

“No importa”, dice mi compañera. “Será que me coma mi pasta fría” J Y así lo hizo. Pero a eso de la 1 pm…. Pasó lo que temíamos. Hubo, no uno, sino dos bajones de electricidad que finalmente nos obligaron a terminar la jornada laboral con el rico calorcito vespertino (sarcasmo incluido).

Si llegaste hasta aquí, si has leído toda la entrada, quizás te preguntes y “para qué ella cuenta todo esto?” Porque mis queridos lectores, lo que pasa por mi mente, lo que expresó el chofer y lo que pasamos hoy en la oficina con el internet y la electricidad no es sino más que un botoncito de lo que está pasado en este bello país, Venezuela. Donde el menor de nuestros problemas es la malísima conexión a internet o tener que trabajar sin AA. Eso no es nada en comparación con los problemas que enfrenta una madre que no tiene que darle de comer a sus hijos, que tiene que urgar entre la basura para ver que encuentra…los problemas que tienen que pasar los enfermos que van a la farmacia y no encuentran los medicamentos, el problema de la inseguridad,, etc. Son tantas cosas que enumerarlas sería deprimirnos y preocuparnos más de lo que ya estamos.

Pero no importa… seguimos aguantando hasta que nos toque peor o pase “algo”.


PD: Por cierto, en la oficina no tenemos internet porque nos visitó el hampa y se robaron la antena. 

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