Sólo un suspiro
Una cosa lleva a la otra, especialmente navegando en
internet. El otro día estaba haciendo un test en playbuzz en el que había que
decir que canción pertenecía a la banda sonora de determinada película. Esto me
llevó a la canción “Be my baby”, cantada por el grupo The Ronettes y que fue
tema de la película Dirty Dancing . Nunca había escuchado la canción debo
admitir, pero al ver el vídeo no pude
sino recordar a mi mamá, quien lamentablemente falleció el 4 de mayo del año
pasado. A ella le encantaban estas canciones porque eran de su época dorada. Si
estuviera viva la tendría a mi lado en este momento en que escribo estas líneas
pidiéndome colocarle “esta otra, y la
otra y la otra”…. Le brillaban los ojos al ver por primera vez los videos de
las canciones que tanto le gustaban y
disfrutaba. Comenzaba a recordar cómo fue su vida mientras vivió en Guarenas
con sus hermanos y su mamá, mi abuela Josefina alla en la época de los 60, o
cuando trabajaba como secretaria en la USB.
Todo esto se los cuento porque mientras escuchaba la
canción, me invadió una gran nostalgia al reflexionar en lo corta que es la
vida. Apenas cuando empezamos a tener conciencia de nosotros mismos, ya tenemos
diez años; y es allí cuando comenzamos a tomarnos en serio los estudios. Luego
en los veintes, debemos encontrar un trabajo que nos permita mantenernos o
tener esa “vida soñada” que la
publicidad dice que debemos tener. En los 30, es propicio encontrar esa pareja
con la que formaremos nuestra familia…y en un abrir y cerrar de ojos, llegaron
las deudas, los hijos, la casa, la familia de él (o ella), el colegio de los
niños, el carro, trabajo y más trabajo….
Y cuando venimos a ver, ya tenemos medio cupón gastado. La vida se pasa demasiado
rápido…y no valoramos las cosas realmente importantes como pasar tiempo de
calidad con los hijos, los padres, los amigos….
Muchos de nosotros vivimos nuestra vida trabajando como locos
para poder tener más dinero, cuando a la hora de la verdad, el dinero no
servirá de nada….Si le preguntas a una persona que agoniza que hubiera hecho
mejor, te diría pasar más tiempo con la familia. Seguro que no dirá “hubiera
pedido el extra crédito o mejor me hubiera comprado aquel par de zapatos… o
peor aún, déjame enviar este mensaje primero y ya te presto atención”. No! De seguro
te dirá “me arrepiento de no haberle dicho más a mi mamá Te amo. A mi papá Te
amo. A mis hijos, lo hiciste bien, estoy orgulloso. Te quiero”. Esas son las
cosas que a final de la historia son las que valen, las más importantes.
Pero bueno, lo cierto es que aún estamos a tiempo de cambiar…
de “rectificar las cosas”. Y si eres de los que ya lo está haciendo, un plauso
para ti. Eres ejemplo para el resto de nosotros.
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